viernes, 18 de febrero de 2011

Consigna de trabajo

1)     Lea “El adolescente y sus retos, la aventura de hacerse mayor”, (Gerardo Castillo Ceballos, Ediciones Pirámide S.A. 1999).
2)     a) Caracterice la adolescencia.
b) Desarrolle los desafíos a los que se ve enfrentado el adolescente.
c) ¿Qué respuestas da el autor frente a los mismos?

Caracterización de la adolescencia:

Naturaleza de la adolescencia: En la primera parte de su libro, el autor plantea el problema de la naturaleza de la adolescencia con la siguiente pregunta: “La adolescencia ¿etapa de la vida o invento social?”. De esta manera se plantean dos visiones distintas acerca de la  adolescencia.
Por un lado, la de quienes afirman que la crisis de la adolescencia es un simple producto del entorno en el que vive el adolescente. Según ésta tesis, la crisis de la adolescencia se produce en el intervalo de tiempo que transcurre desde que  el adolescente deja de ser niño (pubertad) hasta que  asume el rol social de adulto.  Los defensores de ésta concepción argumentan que en sociedades con ritos de transición (a la adultez) establecidos coercitivamente, el paso de la niñez a la adultez se da en forma directa y poco traumática. En base a éstos argumentos llegan a la siguiente conclusión: “la duración y los conflictos de la adolescencia no proceden de su propia naturaleza, sino de pautas culturales y sociales.”
Por otro lado, la visión propia del autor, según la cual la adolescencia no puede ser considerada sino como una etapa del desarrollo evolutivo. Según sus propias palabras: “(la adolescencia) no se limita a ser una estación intermedia entre dos edades; es un período con una entidad y madurez propia dentro del ciclo vital.”

La adolescencia como conjunto de crisis: Uno de los aspectos característicos de la adolescencia es la situación de crisis, causada por distintos factores como ser: cambios fisiológicos, desarrollo de la identidad, presión social. Debido a que a lo largo de la adolescencia pueden reconocerse sub-etapas, cada una de las cuales asociada a crisis distintas, se puede considerar la adolescencia como un conjunto de crisis. Es un desafío para el adolescente ir resolviendo dichas crisis a medida que se presentan; también es un desafío para padres y educadores facilitar el camino del adolescente en su”aventura de hacerse mayor”.

“No hay adolescencia sino adolescentes”: Si bien existen rasgos característicos comunes en ésta etapa de la vida, los adolescentes difieren entre sí  según múltiples factores: edad, sexo, tipo de carácter, el ambiente social o familiar.
Diferencias según la edad: se pueden identificar tres sub-etapas:
a)     primera adolescencia o pubertad, 11-13 años en las mujeres, 13-15 años en los varones.
b)    segunda adolescencia o adolescencia media, 13-16 años en las mujeres, 15-18 en los varones.
c)     tercera adolescencia o etapa juvenil, 16-19 años en las mujeres, 18-21 en los varones.
Diferencias según el sexo: las niñas suelen madurar física y mentalmente antes que los niños.
Diferencias según el carácter: adoptando la tipología de Le Senne, existen ocho tipos diferentes de carácter: nervioso, sentimental, colérico, apasionado, sanguíneo, flemático, amorfo y apático.
Los educadores no pueden estar ajenos a éstas diferencias, ya que implican acciones educativas diferentes según sea el caso.











Las etapas del crecimiento:

Adolescencia temprana o pubertad: una crisis hacia afuera

La pubertad constituye el comienzo de la adolescencia, en ésta etapa se obtiene esencialmente la madurez sexual. Comienza alrededor de los 11 a 13 años en las mujeres y 13 a 15 años en los varones. Comienza con un crecimiento en longitud “estiramiento” que afecta fundamentalmente a las extremidades y a la cara. Este estiramiento se va alternando con períodos de ensanchamiento (aumento del peso). Éste crecimiento no se produce de una manera armoniosa, por lo que se pierden ciertas proporciones de la figura dando origen a cierto desconcierto del adolescente con respecto a su propia imagen.
“En lo que se refiere a la maduración sexual deben destacarse dos fenómenos fundamentales.
Por una parte la aparición de los caracteres sexuales secundarios, distintos según el sexo, que anuncian la llegada de la función reproductora. Son caracteres típicos del varón la aparición del vello en el pubis y el cambio de la voz. Es propio de la mujer el desarrollo de las glándulas mamarias.
El segundo fenómeno que hace posible la maduración sexual es el desarrollo de los órganos genitales (ovarios y testículos). Estos órganos adquieren en la pubertad el grado de madurez necesaria para la función reproductora. A partir de este momento se agrandan las diferencias tanto físicas como síquicas entre el hombre y la mujer…..Un índice objetivo del comienzo de la pubertad es, en los chicos, la capacidad de eyaculación, y en las chicas la primera menstruación.”
La conducta sexual y sus riesgos:
La maduración en el plano sexual no implica maduración en el uso responsable de la sexualidad.
La transición de un cuerpo no desarrollado a uno desarrollado sexualmente puede implicar ciertos problemas de los cuales cito dos de los cuatro mencionados por el autor:
1) “(el adolescente) se deja llevar por una excesiva curiosidad (que puede ser obsesiva y morbosa) en lo relacionado con el sexo.” Me pregunto a qué se referirá cuando dice excesiva curiosidad, y más me pregunto cuando la califica de obsesiva y morbosa.
2) El segundo problema mencionado es el siguiente: “(…tiene la tentación de experimentar el sexo. De ese modo puede incurrir en el autoerotismo y/o en la iniciación precoz de las relaciones sexuales. Este tipo de experiencias le pueden dañar física, psíquica y moralmente”
En principio no parece algo negativo que el adolescente tenga la tentación de experimentar con el sexo, menos aún incurrir en el autoerotismo. Al contrario de lo que sostiene el autor, parece poco probable que la masturbación pueda tener efectos nocivos en el púber. “…conviene precisar, que la masturbación no sólo no resuelve ninguno de los problemas típicos del adolescente, sino que los puede agravar.”
En cuanto al problema de  la iniciación precoz el autor propone tres medidas:
La primera consiste en fomentar el retraso de la primera relación sexual, llegando al punto de proponer la abstinencia.
La segunda medida “es la de estimular conductas relacionadas con el sexo seguro”, aunque de alguna manera no recomienda el uso del preservativo dando una sospechosa estadística de fallo del veinte por ciento.
Por último propone (parece la propuesta de más sentido común) la información y educación sexual como forma de prevención.
Cabe mencionar una sospechosa coincidencia entre las recomendaciones dadas por el autor con las que actualmente propone la Iglesia Católica, sobre todo con respecto a la abstinencia y al desestímulo del uso del condón.
La dificultad de aceptar la nueva imagen corpórea:
“¿Cómo suele reaccionar psicológicamente el púber en una edad en la que su cuerpo está en pleno proceso de cambio?”
“La primera actitud suele ser de desconcierto. Ello se debe a que de pronto, su cuerpo ha dejado de ser su cuerpo para convertirse en algo extraño”
Una segunda actitud puede ser de decepción y disgusto, ya que su aspecto físico suele estar alejado de los prototipos de belleza.
Todos estos cambios en su figura, pueden afectar negativamente el autoconcepto y por consiguiente la autoestima.

Emotividad primaria y crisis afectiva:
“La vida afectiva del púber se caracteriza inicialmente por las reacciones emocionales primarias. Reacciones de inquietud, ira, miedo, amargura, etc. Son conductas afectivas poco conscientes, superficiales, espontáneas, que se basan simplemente en el conocimiento y apetencia sensible…. Los cambios físicos relacionados con el crecimiento y la maduración sexual suelen provocar fuertes impulsiones emotivas…Las reacciones del púber no siempre son hacia afuera. Cuando algún obstáculo le impide alcanzar la meta que se había propuesto se siente frustrado….Esta situación le hace sentirse inseguro e infravalorado. El “yo” se siente tan débil que en vez de rebelarse se esconde dentro de sí mismo.” En ésta situación el púber se siente triste y necesita del afecto de su familia, y sufre cuando existen carencias afectivas en su familia o en su vida de amistad.
El distanciamiento de la familia y la integración en el grupo de iguales:
Durante la pubertad, el adolescente intenta encontrar un ámbito que le permita mayor autonomía. Con el grupo de iguales encuentra un lugar en donde socializar, probarse a sí mismo, experimentar nuevos roles sin la tutela permanente de los padres. Sin embargo estos grupos en donde se da una relación impersonal, tienen carácter provisorio. De no ser así pueden transformarse en un problema, ya que se constituirían en un medio para que el adolescente se evada de sus responsabilidades.
Los malos modales:
Desorden, indisciplina, falta de respeto, son tipos de comportamiento característicos del púber.
Si bien son comportamientos que se dan en esta etapa, no son lo que la fundamenta.
Se pueden considerar las siguientes causas de “mal comportamiento”:
1)     La necesidad de autoafirmarse como persona, lleva al púber a adoptar actitudes contrarias a las buenas formas.
2)     Esta necesidad de autoafirmación, cuando se traslada al grupo, suele resultar en conductas en donde la violencia es potenciada.
3)     La dificultad en mantener el equilibrio emocional, frente a los cambios bruscos de la pubertad, suelen provocar comportamientos de desahogo, desprovistos de moderación.
4)     El púber se identifica con la subcultura del grupo de iguales, dejando de lado la cultura familiar.

La adolescencia intermedia: una crisis interior o de personalidad

“La adolescencia intermedia, a diferencia de la adolescencia inicial o pubertad, no se caracteriza por los cambios físicos, sino por los cambios psíquicos. Se trata de un proceso esencialmente psicológico. El comienzo de la adolescencia se explica en términos fisiológicos, mientras que su desarrollo y acabamiento se explica en términos psicológicos.”
Comienza alrededor de los 13 a 16 años en las mujeres y 15 a 18 años en los varones.
El indicador del comienzo de esta nueva etapa consiste en la aparición de la capacidad de pensamiento reflexivo. Esta nueva capacidad introduce al adolescente en “una época de introspección orientada al autoconocimiento y a la autocomprensión.”
“Hemos pasado así del simple”despertar del yo”, propio de la pubertad, al “descubrimiento consciente del yo”, propio de la segunda adolescencia.
“El “descubrimiento consciente del yo”, favorece la diferenciación de la personalidad: el adolescente asume un tipo de personalidad concreto entre muchos posibles. Esto se traduce a su vez, en una individualización acelerada del comportamiento: hay una afanosa búsqueda de nuevas formas de comportamiento cada vez más autónomas. Las conductas de obstinación, terquedad y afán de contradicción típicas de este momento están orientadas a la afirmación de la naciente personalidad. Para ser él mismo necesita distanciarse de la etapa anterior: la de la subordinación de la familia. Por eso intenta romper esa dependencia, cortar con los modelos paternos. Ésta es una de las causas de los conflictos generacionales en la familia.”
Junto con la afirmación de la personalidad, producto de la toma de conciencia de las propias posibilidades, también aparece en esta etapa una toma de conciencia de las propias limitaciones, siendo ésta una causa de disminución de la autoestima.
“En el adolescente de esta fase coexiste la euforia de sentirse más capaz que antes (hasta el punto de querer valerse por sí mismo) con el pesimismo que proviene de no conseguir las cotas e autonomía que se había propuesto. Ésta es la explicación de algunas conductas contradictorias y ambivalentes que suelen darse en este momento.”
En la adolescencia intermedia, si se resuelven adecuadamente las crisis propias de esta etapa, se rompe definitivamente con la infancia.

La aparición del pensamiento formal:
“El pensamiento formal es pensamiento reflexivo. Es la capacidad de pensar sobre el propio pensamiento: de analizar qué es lo que se  está pensando y cómo se está pensando. Esto implica autoevaluar el pensamiento, comprobar su validez.”
La capacidad de reflexión permite al adolescente revisar sus propias concepciones a la luz de esta nueva manera de percibir el mundo que lo rodea. Sin embargo esta nueva capacidad no impide que en ciertas ocasiones el adolescente adopte conductas contrarias al pensamiento racional, como ser: el dogmatismo y las reacciones irreflexivas.
La personalización de la vida moral:
La evolución en las capacidades cognitivas permiten la maduración moral del individuo: ésta consiste en el paso de una moral heterónoma (impuesta desde afuera) a una moral autónoma (originada por concepciones propias).
El nacimiento y desarrollo de la amistad y del amor:
La vida afectiva de los adolescentes en esta etapa evoluciona “en torno a dos grandes centros de interés: la amistad y el amor”.
“En la fase de la pubertad no cabe hablar todavía de amistad personal, y mucho menos de amor”. Durante la pubertad se forman grupos unisexuales, en donde se toma conciencia de la masculineidad o femineidad, en estos grupos se da un tipo de relación impersonal. Hacia el final de la pubertad, estos grupos se fraccionan, dando lugar a la formación de parejas del mismo sexo, en donde se “forma una amistad basada en los sentimientos de confianza y simpatía. En esta relación el amigo es “otro yo”; un espejo que ofrece una imagen favorable de sí mismo. Es una amistad impregnada de narcisismo…. En el terreno del amor esta fase suele coincidir con la aparición de los “amores platónicos”…”
En  la fase siguiente de la evolución de la amistad y del amor, las parejas de amigos suelen abrirse a personas del otro sexo, lo cual enriquece la personalidad de los integrantes de estos nuevos grupos. Se establece un nuevo tipo de vínculo, más personalizado e íntimo, lo cual favorece la amistad personalizada y el enamoramiento verdadero.

La adolescencia tardía o edad juvenil: la etapa del equilibrio y del entusiasmo por la vida

“La adolescencia tardía o edad juvenil no tiene, normalmente, el arranque y desarrollo traumático de la pubertad y de la adolescencia intermedia. Estas dos últimas tuvieron la función de romper con el pasado y ganar espacios de autonomía exterior e interior….La adolescencia tardía significa la salida de la crisis de personalidad de la etapa anterior: la recuperación del equilibrio, de la estabilidad, de la paz interior.”
Comienza alrededor de los 16 a 19 años en las mujeres y 18 a 21 en los varones.
Sobre las bases del desarrollo y maduración personal obtenidas en las etapas anteriores, se construye un proyecto de vida. A través de la puesta en práctica de dicho proyecto, se ingresa en una nueva etapa de la vida: la del adulto responsable.
Los siguientes puntos muestran aspectos de maduración personal propios de esta etapa:
1)     A través del cultivo de la intimidad personal, se desarrolla la capacidad de profundización y del pensamiento especializado.
2)     La obtención de equilibrio entre introversión y extroversión.
“La adolescencia tardía es una etapa de extroversión que rompe con el aislamiento anterior. Al disminuir el egocentrismo, el joven está en condiciones de mantener con otros una relación de persona a persona. Si antes buscaba en el tú solamente un eco y un espejo del propio yo, ahora es capaz de ver al tú como una realidad independiente que no se debe instrumentalizar. La edad juvenil se caracteriza así por el “descubrimiento del tú”, lo que conlleva el desarrollo de sentimientos sociales: comprensión, compasión, altruismo, entrega…. El descubrimiento del tú es un factor clave para la maduración de la amistad y del amor.”
La afirmación del “yo mejor”
A diferencia de la etapa anterior, en donde se afirmaba un yo egoísta, en la edad juvenil surge la afirmación del yo en función de los demás (yo mejor). Este “yo mejor” permite el surgimiento de los “grandes ideales”, que a su vez se transforman en la “gran palanca de la vida”.



La etapa de las grandes elecciones y del proyecto personal de vida
Los grandes ideales, hacen que el joven proyecte su vida hacia los demás, y de este proyecto surge la motivación para la realización de sus aspiraciones, por ejemplo, a través de la realización de una carrera.


Desafíos planteados y propuestas sugeridas

Así como se hizo una caracterización de la adolescencia en función de la edad del adolescente, o más exactamente, en función de la etapa correspondiente, los desafíos (tanto  los que se plantean a los propios adolescentes como los que se plantean a padres y profesores) son distintos según la etapa de la cual se trate en cada caso.
Más allá de las particularidades, los desafíos que suponen la vivencia de cada etapa de la adolescencia, se engloban en un desafío común: el desafío de hacerse mayor.

Desafíos planteados durante la pubertad

a) Desafíos planteados a padres y educadores:
1) Entender la naturaleza del período por el cual atraviesa el púber, imprescindible para         entender al propio púber.
2) Aceptarle como es, ésta es condición necesaria para que el púber se  acepte a sí mismo.
3) Saber tratarle, ante todo el trato debe ser afectuoso. Para que el trato de los mayores con el púber ayude a superar los propios retos planteados al adolescente en ésta etapa, se deben observar las siguientes actitudes:
a) Mantener la calma.
b) Tratar de objetivar las nuevas conductas: en la medida en que padres y profesores sean conscientes de las características de la etapa por la que atraviesa el adolescente, serán más comprensivos con él.
c) Escuchar: imprescindible para conocer los problemas por los que está pasando el adolescente, y así poder ayudar.
d) Trato diferenciado: “… es aconsejable en todas las etapas del desarrollo, pero más todavía en la pubertad, dado que es el momento en el que se disparan las diferencias personales.”
4) Formar su carácter: los objetivos fundamentales en la formación del carácter, son aquellos que apuntan a una conducta independiente, estable, coherente, autocontrolada y tolerante ante la frustración.
5) Proporcionar una correcta información y educación sexual: en este punto el autor propone básicamente dos cosas; en primer lugar que la comunicación entre padres e hijos sea por separado, vale decir, padres con hijos varones y madres con hijas. En segundo lugar propone inculcar “virtudes de pudor y castidad así como advertir a los hijos sobre los riesgos de las malas costumbres y de desviaciones relacionadas con la sexualidad.”
Respecto al último punto no puedo menos que cuestionar la posición planteada por el autor; en lo que refiere a la conveniencia de tratar los temas relacionados con la educación sexual de manera separada (padres con hijos varones y madres con mujeres), no expone argumento alguno que explique tal conveniencia. En lo que respecta la inculcación de “virtudes de pudor y castidad”, así como advertir a los hijos sobre los riesgos de las “malas costumbres”, así como de las “desviaciones”, no queda nada claro a qué se está refiriendo con dichos términos; aunque uno pueda inferir a esta altura de qué está hablando el autor en base a planteamientos hechos anteriormente en relación a la masturbación y la promoción de la abstinencia.

b) Desafíos planteados al púber:
1) Ser uno mismo.
2) Aceptarse como es.
3) Mostrarse ante los demás tal cual es.
4) Ser capaz de actuar pos sí mismo.
5) Pensar antes de actuar
6) Practicar la solidaridad.






Desafíos planteados durante la adolescencia media

a) Desafíos planteados a padres y educadores:
1) Aceptar y promover la mayor autonomía del adolescente: promover la autonomía no significa que los padres dejen de lado el rol de padres ni que el hijo lo haga respecto a su rol. Esto implica entre otras cosas, que a mayor autonomía, mayor responsabilidad.
2) Saber actuar ante las actitudes de autosuficiencia: no insistir con ayudar cuando no se acepta la ayuda, permitir que el adolescente se enfrente sólo a las dificultades.
3) El problema del dogmatismo: no intentar convencerle descalificando la postura del adolescente.
4) Las amistades: ante las posibles “malas influencias” los padres tienden a impedir el relacionamiento de sus hijos con éstos amigos; se deben evitar este tipo de actitudes.

b) Desafíos planteados al adolescente en la adolescencia media:
1) Conocerse a sí mismo, actuar con criterios propios.
    Respuestas educativas: aceptar al adolescente como es; animarle a que actúe con   
    conductas propias.
2) Ejercitar las nuevas capacidades.
    Respuestas educativas: propiciar actividades en las que el adolescente se sienta realizado.
3) Practicar una libertad responsable.
    Respuestas educativas: promover cierto grado de autonomía y a su vez un mayor nivel de
    responsabilidad.
4) Encauzar la rebeldía.
    Respuestas educativas: aprovechar ese impulso en tareas productivas.
5) Racionalización de la conducta.
    Respuestas educativas: promover las conductas reflexivas.
6) Sustituir la confrontación por el diálogo.
    Respuestas educativas: darle oportunidad al adolescente de que proponga soluciones a los
    problemas, a su vez esto exige de padres y profesores poder escuchar.

Desafíos planteados durante la edad juvenil

a) Desafíos planteados a padres y educadores:
1) Dar oportunidades a los jóvenes para desarrollar sus nuevas capacidades.
2) Orientar a los hijos acerca de las amistades, sin suscitar rechazo.
3) Promover la existencia de ámbitos para que el joven se encuentre consigo mismo y pueda        
    Relacionarse a su vez con otros jóvenes e modo personal.

b) Desafíos planteados al adolescente en la edad juvenil
1) “El afán que tiene el joven por probar sus nuevas capacidades y buscar autosuperación en
    todo es ya un reto en sí mismo”
2) Ser buen estudiante.
3) Superar la tendencia a ser autosuficiente en todo, eso le permitirá buscar ayuda cuando sea
    necesario.


Desafíos en relación a la vida de ocio

a) Desafíos planteados a padres y educadores:
1) Generar oportunidades para vivir momentos de ocio en familia: eso implica poder disponer
    ratos para compartir entre padres e hijos, y actividades que resulten gratificantes para
    ambos.
2) Educar en un uso responsable de la televisión, internet, teléfonos celulares, etc.
3) A través de un diálogo fluido, tener conocimiento de las actividades recreativas de los hijos,
    manteniendo siempre cierto grado de control en cuanto a lugares, horarios, sin llegar a la
    persecución.
4) Acercar al hijo al teatro, buen cine, literatura, música y toda actividad que alimente el
    espíritu
5) Inculcar el hábito del trabajo.


b) Desafíos planteados al adolescente en relación al ocio
1) Aprender a utilizar con responsabilidad su creciente libertad.
2) Ser capaz de convertirse en una persona con criterio propio, y utilizar los medios de
    diversión con responsabilidad.
3) Ser capaz de actuar por voluntad propia, y no terminar haciendo lo que dicta la moda o el
    grupo de amistades.
4) Formar un criterio personal respecto a las drogas y el alcohol, que no lo lleve a la ruina.
5) Ocupar tiempos libres para actividades que le gratifiquen, como ser la música, la literatura, el
    teatro, el buen cine.
6) Acercarse al mundo del trabajo, si es posible de manera gradual.

Desafíos en relación a los estudios

a) Desafíos planteados a padres y educadores:
1) Tener en cuenta a la hora de exigir, las distintas crisis por las cuales atraviesa el
    adolescente, de manera de facilitar la superación de éstas y favorecer a su vez un mejor
    desempeño en los estudios.
2) Lograr un buen relacionamiento con el adolescente, lo cual redundará en la efectividad que
    la ayuda de padres y profesores tenga en el estudiante.
3) Asesorar al adolescente en relación a técnicas de estudio, materiales utilizados, bibliografía,
    etc.
4) Apelar a la automotivación: procurar que las razones para estudiar las encuentre el
    adolescente dentro de sí mismo.
5) Estar atentos con respecto al uso del tiempo para el estudio.
6) “Con respecto al riesgo de abandono prematuro de los estudios: no obligar a seguir
    estudiando al hijo que no está dotado para ello”
   En este caso, el autor aconseja: “Lo más razonable es aconsejar a estos estudiantes que se preparen (con una preparación no basada en los libros, sino de tipo práctico) para un oficio que responda a sus verdaderas aptitudes e inclinaciones.”
Este argumento me recuerda al utilizado por algunos padres cuando sus hijos terminaban la escuela primaria: “… mandalo a la UTU, no ves que no le da la cabeza para el liceo, y menos para la facultad”. De más está decir (pero lo voy a decir igual) que personalmente me parece una postura brutalmente errada, más aún, tengo la certeza de la falta de argumentos que sostengan una posición de esa naturaleza. Tanto más, cuando personalmente, por veinte años fui alumno de la UTU, en donde, entre otras cosas aprendí un oficio (tal vez uno como el que recomienda el autor del libro), como es el de Ingeniero Tecnológico en Electrónica.

b) Desafíos planteados a los adolescentes en relación a los estudios
1) Administrar el tiempo de estudio, hacer un uso equilibrado entre el tiempo dedicado al ocio, y   
    el dedicado al estudio. Ser consciente de esa responsabilidad sin necesidad del control de
    los padres.
2) Estar dispuestos a insistir en la comprensión de temas que en una primera instancia
    puedan parecer incomprensibles.
3) Ser riguroso y autoexigente.
4) No abandonar los estudios.
5) Descubrir la gratificación que significa el esfuerzo de estudiar. El propio hecho de   estudiar encierra en sí mismo una tarea placentera, ser consciente de esto facilita
el trabajo.

NOTA: Las citas textuales están señaladas con cursiva.
            Los comentarios personales están con negrita.

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