viernes, 18 de febrero de 2011

WEBER - DURKHEIM - HECHO SOCIAL

WEBER - DURKHEIM

         Durkheim es positivista. Su ciencia está basada en el estudio de los hechos sociales (toda manera de hacer, fijada o no, susceptible de ejercer una coacción exterior sobre el individuo; o bien, que es general en la extensión de una sociedad dada; conservando una existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales).

         Hechos sociales: orden de hechos que presentan características muy especiales. Consisten en maneras de actuar, de pensar y de sentir, exteriores al individuo y dotadas de un poder coercitivo en virtud del cual se le imponen.

         Los hechos sociales son cosas y deben ser tratados como cosas. Para demostrar esto es suficiente comprobar que son el único datum que se le ofrece al sociólogo. Es cosa todo lo que está dado, todo lo que se ofrece o se impone a la observación. Tratar los fenómenos sociales como cosas es tratarlos en calidad de data, que constituyen el punto de partida de la ciencia. Los fenómenos sociales presentan este carácter.

         Señala que en el proceso de elaboración, el investigador debe: descartar sistemáticamente todas las pre-nociones; definir las cosas de que se ocupa, para que se sepa, y para que él mismo sepa bien de que se trata; y descartar los datos sensibles que corren el riesgo de depender demasiado de la personalidad del observador, para retener exclusivamente los que presentan un grado suficiente de objetividad.

         Es colectivista, para él la sociedad es un todo y el individuo está condicionado por la sociedad a la que pertenece. Centra su estudio en la solidaridad social y la conciencia común.

         Habla de la división del trabajo y señala que a partir de ella surgen instituciones que regulan las relaciones sociales. Lo que genera la división del trabajo es la cohesión social.

         La solidaridad social puede ser orgánica, en el caso de las sociedades avanzadas; o mecánica, en el caso de las sociedades primitivas.


         Weber basa su ciencia en la acción social. A esta la define como acción donde el sentido mentado por su sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros, orientándose por esta en su desarrollo. Sostiene que la acción social puede ser:
1. Racional con arreglo a fines: determinada por expectativas en el comportamiento de objetos del mundo exterior y de otros hombres y usando esas expectativas como medios para el logro de fines propios racionalmente perseguidos.
2. Racional con arreglo a valores: determinada por la creencia  en el valor (ético, estético, religioso, etc.) propio y absoluto de una determinada conducta, sin relación alguna con el resultado, o sea puramente en méritos de ese valor.
3. Afectiva: emotiva, determinada por afectos y estados sentimentales actuales.
4. Tradicional: determinada por una costumbre arraigada.
         Relaciona el concepto de acción social con el de relación social, definiendo a esta como una conducta plural que se presenta como recíprocamente referida, orientándose por esa reciprocidad. La relación social consiste en la probabilidad de que se actuará socialmente en una forma indicable; que una conducta social, de carácter recíproco, haya existido, exista, o pueda existir.
         También sostiene que las ciencias sociales nunca serán iguales a las ciencias naturales por su incapacidad para generar leyes. Lo que sí pueden hacer las ciencias sociales es profundizar e interpretar el sentido de la acción.
         A diferencia de Durkheim, supone que hay que estudiar primero al hombre y sus acciones para entender a la sociedad. Sin comprender el sentido de la acción no se puede comprender a la acción por eso distingue los tipos de sentido. Concentra su atención en las acciones y en los impulsos que las originan. También habla de dominación, y la define como probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos específicos. Distingue tres tipos puros de dominación legítima. El fundamento de su legitimidad puede ser:
1. De carácter racional: descansa en la creencia en la legalidad de ordenaciones estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad.
2. De carácter tradicional: descansa en la creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones que rigieron desde lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por esa tradición para ejercer la autoridad.
3. De carácter carismático: descansa en la entrega extracotidiana a la santidad, heroísmo o ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones por ella creadas o reveladas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario